Ray Allen, licencia para matar

Este jueves estaba marcado en rojo en el calendario de Ray Allen y es que más allá de que su equipo jugaba contra los Lakers, lo que ya de por sí lo convierte en una cita importante, el escolta norteamericano tenía a tiro batir el récord de triples en la historia de la NBA. Y no falló.

Necesitaba anotar en dos ocasiones desde la línea de tres para superar a otro de los más ilustres francotiradores de la mejor liga del mundo: Reggie Miller. Finalmente logró tres triples, de ocho intentos, y se fue hasta los veinte puntos anotados.
El récord de la leyenda de los Pacers, vigente desde 2005, se situaba en los 2.560 triples. Desde esta noche está ya en los 2.562 y seguirá ampliándose puesto que a Allen aún le queda mucho por "disparar" ya que, aunque tenga 35 años, no quiere ni oír hablar de retiradas.
La efeméride no se hizo esperar y es que Allen se mostró ansioso por conseguir batir la marca. En el minuto 8 lograba el primero y en el 10 el segundo, tras una asistencia de Rondo en un contraataque de los Celtics. El TD Garden se venía abajo con la canasta de uno de sus ídolos. Pero "Sugar Ray" tenía claro con quién quería celebrarlo y es que a pie de pista se encontraba la madre del crack californiano. Ambos se fundieron en un motivo abrazo y acto seguido Allen fue felicitado por el propio Reggie Miller que estaba en la cancha como comentarista.

Que Allen está on-fire lo demuestra su porcentaje desde la línea de tres: un increíble 46%, el mejor de toda su carrera profesional. En su temporada número quince "Ray Ray" parece estar viviendo una segunda juventud.

¿Su próximo reto? El Concurso de Triples del próximo All-Star que se disputará en Los Ángeles y en el que se enfrentará a su compañero, Paul Pierce, y a Durant, Gibson, Jones y Wright.
Parte como uno de los claros favoritos para revalidad título, puesto que en 2001 ya logró hacerse con el premio.
Por otro lado, Allen puede plantearse ya el tratar de llegar a los 3.000 triples conseguidos, cifra que, siguiendo la media anotadora que lleva, podría alcanzar en dos o tres temporadas.
La nota negativa a esta noche festiva la pusieron Kobe, Pau y compañía al imponerse por 86 a 92 devolviéndoles la afrenta, ya que los de Boston se habían llevado recientemente el encuentro que les enfrentó en el Staples Center.
Eso sí, a Allen pocas veces una derrota le habrá sentado mejor y es que ya se sabe que las penas con pan, o récords, son menos.