miércoles, 4 de mayo de 2011

Cuatro equipos, tres días, un rey de Europa

Llegó el momento de la verdad. Barcelona y el Palau Sant Jordi se visten con sus mejores galas para la Final Four de la Euroliga. En solo tres días, del 6 al 8 de mayo, cuatro equipos lucharán por suceder al Regal FC Barcelona como rey de Europa.
¿Favorito? Difícil de decir esta temporada ya que veremos unas semifinales muy abiertas e igualadas. El Panathinaikos puede llegar a la Ciudad Condal con más opciones de hacerse con el título por experiencia, por plantilla y por haber eliminado al conjunto de Xavi Pascual. No obstante, el Montepaschi Siena ya ha demostrado ser capaz de acabar con los favoritos, como hiciese con el Olympiacos, y los israelíes del Maccabi regresan a una final a cuatro con hambre de títulos tras tres años de sequía. Algo parecido le pasa al conjunto blanco, que vuelve a la máxima cita continental quince años después y lo hace sin nada que perder, lo que le convierte en un peligroso rival. Así serán las semifinales:

Montepaschi Siena - Panathinaikos (Viernes 6 de mayo, 18:00 h.)

Es la primera vez que estos dos equipos coinciden en una Final Four. Llegan un poco como "tapados", si se puede decir eso de estos dos grandes equipos, tras dejar en el camino a los dos últimos finalistas de la Euroliga: Barça y Olimpiacos.

Montepaschi Siena se planteaba esta temporada como una campaña de transición. Tras lograr las cuatro últimas ligas italianas, este año reestructuró por completo su plantilla. Se fueron hombres claves como McIntyre, Sato, Eze o Hawkins, pero el equipo no parece haberse resentido y se ha mantenido fiel a su estilo, desplegando un gran juego que le ha llevado a su cuarta Final Four.
Los hombres de Pianigiani también tuvieron que sobreponerse a la grave lesión de una de sus estrellas, "Bo" McCalebb, que le impidió disputar buena parte de la temporada. Buena parte de sus opciones este fin de semana pasarán por cómo llegue físicamente a la cita el base norteamericano.
Pese a que su juego exterior ha bajado ligeramente el nivel con respecto a años anteriores, los de Siena han mostrado un ataque fluído y directo que les ha dado muy buenos resultados. Si a esto se le suma una defensa muy agresiva, hace que los italianos puedan poner en serios aprietos a cualquier equipo. Deberán tener cuidado con el juego interior griego, en especial con Batiste, ya que en la pintura es donde han dejado ver más carencias.

El Panathinaikos por su parte vuelve al lugar que le corresponde en Europa tras el estrepitoso fracaso de la temporada anterior. Tras apear al Barcelona en los cuartos de final, superando tener el factor cancha en contra, se ha eregido como el equipo con más posibilidades de hacerse con la Euroliga. Los griegos también perdieron a principios de temporada a dos piezas claves como Spanoulis y Pekovic y tuvieron que hacer frente a la lesión de Aleks Maric. Aún así, los de Obradovic se han rehecho y buena parte de la culpa la tiene el gran juego desplegado por Diamantidis que, tras hacerse con el premio al Mejor Defensor, todo apunta a que será el MVP de la competición.
Los griegos siguen apostando por los ataques estáticos cinco contra cinco, pero esta temporada están abusando menos de circular tanto el balón y eso les da una mayor fluidez a su juego. Si por algo se han caracterizado los verdes esta temporada es por dar siempre la cara y mostrarse muy competitivos, su mayor derrota fue por tan solo siete puntos, aunque están acostumbrándose a dejarse ir en momentos claves de los partidos y esto les cuesta a veces pasar demasiados apuros o incluso perder algún encuentro. Si quieren ganar a los italianos no podrán permitirse grandes pájaras.

Maccabi Tel Aviv - Real Madrid (Viernes 6 de mayo, 21:00 h.)

Como en la otra semifinal, estos dos equipos tampoco han coincidido nunca en una Final Four de la Euroliga, pese a tratarse de dos de los conjuntos con más tradición en la máxima competición europea. El equipo macabeo vuelve a meterse en una final y lo hizo tras eliminar contra pronóstico a un mermado Caja Laboral. El conjunto blanco vio por fin su sueño hecho realidad, tras quince años de travesía por el desierto.

El Maccabi Tel Aviv ya ha cumplido con llegar a la Final Four, tras tres años de ausencia, puesto que esta temporada estaba marcada por la transición y los cambios y las expectativas no eran muy altas. La renovación viene marcada desde el banquillo y es que al frente del mismo se sitúa el americano David Blatt, algo que resulta chocante en un equipo acostumbrado a estar dirigido por técnicos nacionales. Además, llegaron muchas caras nuevas a la plantilla entre las que destaca su gran fichaje, el griego Sofoklis Schortsianitis. Con algo de menos nombre, aunque igualmente importantes, pusieron rumbo a Tel Aviv Jeremy Pargo, Richard Hendrix o Milan Macvan y regresó a casa Lior Eliyahu.
Si por algo se ha caracterizado esta temporada el equipo israelí es por apostar claramente por el ataque, de hecho es el conjunto más anotador de la competición con 82 puntos por partido, y por la velocidad. Blatt tiene en la polivalencia su mejor arma y es que todos sus hombres son capaces de anotar, lo que a su vez se traduce en un gran número de asistencias. Sin embargo, el haber hecho del contraataque una de sus señas no quiere decir que se trate de un equipo alocado y es que los macabeos son el equipo que menos balones pierde, una media de tan solo once por partido. Uno de los puntos flacos que presentan es sin duda su irregularidad y el hecho de que lejos del Nokia Arena bajan bastantes enteros. La baja de Doron Perkins, lesionado en su rodilla para lo que resta de temporada, será muy importante y hará que hombres como Eidson deban dar un paso al frente.

El Real Madrid llega a Barcelona sin presión y con mucha fe en sus posibilidades, lo que puede convertirlo en un rival muy difícil sobre la pista. Desde de quince años sin llegar a una Final Four, el mero hecho de estar en el Sant Jordi compitiendo ya es sinónimo de triunfo. El equipo madridista ha demostrado ser capaz de lo mejor, como muestra la gran remontada lograda en Siena, y de lo peor, los propios italianos lograron una victoria en Madrid que forzó la dimisión de Messina. Pero si por algo se ha caracterizado este año el conjunto blanco es por mostrar una gran fortaleza mental en los minutos decisivos y en los momentos más difíciles. Saben ganar sufriendo y de hecho llegan a la Ciudad Condal tras una apretadísima eliminatoria contra el Power Electronics Valencia en la que tuvieron que llegar al quinto partido. Igual que el Maccabi Tel Aviv, son un equipo intratable en casa, pero mucho más irregular fuera de la Caja Mágica.
Sus opciones pasan sobre todo por imponer su ritmo de juego más pausado y tener el control del partido. Si los israelíes logran jugar con rapidez y contraataques los hombres de Molin van a sufrir mucho, en especial Prigioni. El rebote, principalmente el ofensivo, es una de las mejores armas del Madrid y más frente a los macabeos puesto que Tomic y Fisher tienen superioridad en cuanto a centímetros. La defensa de Llull a Pargo, máximo anotador de los israelíes, será clave; así como la necesidad de que sus hombres exteriores estén acertados de cara al aro. Puede ser la gran ocasión para que Mirotic acabe de destapar el frasco de las esencias.

0 comentarios:

Publicar un comentario