Habemus finalísima. La gran cita de la NBA ya tiene a sus dos candidatos: Dallas Mavericks y Miami Heat. Este martes comienza la serie de la final número sesenta y cinco de la historia de la Liga y lo hará con un claro recuerdo, el que les enfrentó en 2006.
Para las dos franquicias es la segunda vez que llegan a la final y el destino ha querido que en ambas ocasiones se enfrentasen entre sí. Los Heat querrán que se repita lo ocurrido hace cinco años, mientras que los Mavericks llegan con ánimo de revancha y de protagonizar su particular vendetta.
Tanto Miami como Dallas llegan en un gran momento de forma y con un balance idéntico en lo que va de Playoffs: 12-3. Los de Spoelstra solo se han permitido una derrota por serie y se han desecho de Sixers, Celtics y Bulls por 4-1. Los de Carlisle por su parte tuvieron que emplearse a fondo para derrotar a los Blazers (4-2) y acabaron con mucha más facilidad de la esperada con los Lakers (4-0) y los Oklahoma City Thunder (4-1).
La eliminatoria se prevé larga e igualada, aunque si hay que buscar un favorito ahí debe aparecer el equipo de Florida. En primer lugar porque cuentan con el factor cancha a su favor y ya han demostrado en estos Playoffs que el America Airlines Arena es inexpugnable: no han perdido un solo partido en casa. Además, el particular "Big Three" de Miami no quiere desaprovechar esta gran oportunidad de lograr un anillo para el que eran claros aspirantes desde el inicio de temporada. Pese a que empezaron planteando bastantes dudas y han tenido altibajos a lo largo de la temporada, la maquinaria formada por Wade, LeBron y Bosh parece que está completamente engrasada e imparable.
Sin embargo, no hay que hacer de menos ni olvidarse de los hombres de Cuban, una de las grandes sorpresas de esta campaña. Pese a que todas las apuestas daban casi por hecho que la final del Oeste estaría protagonizada por Spurs y Lakers, los Mavericks han demostrado ser los mejores de la mano de un increíble Dirk Nowitzki. Aunque si en algo se diferencias los de tejanos de su rival es en que su juego no se centra tanto en dos o tres figuras, sino que son un verdadero equipo en el que todos aportan. El alemán no está solo y los Kidd, Terry, Marion, Chandler o Barea tendrán mucho que decir.
En la Regular Season los azules se impusieron en los dos encuentros: 106-95 en casa y 96-98 en su visita al Este. Eso sí, de eso hace ya mucho, los partidos tuvieron lugar el 27 de noviembre y el 20 de diciembre, y los Heat de entonces poco tienen que ver con los de ahora.
Pese a que de la final de 2006 solo quedan dos jugadores por equipo, Wade y Haslem en Miami y Nowitzki y Terry en Dallas, seguro que todos tienen muy presente aquella fecha y habrán aprendido la lección de lo ocurrido. Los Mavericks llegaban como claros favoritos y con el factor cancha a favor y dejaron escapar una ventaja inicial de 2-0. Habrá que ver qué ocurre en esta ocasión.
Para las dos franquicias es la segunda vez que llegan a la final y el destino ha querido que en ambas ocasiones se enfrentasen entre sí. Los Heat querrán que se repita lo ocurrido hace cinco años, mientras que los Mavericks llegan con ánimo de revancha y de protagonizar su particular vendetta.
Tanto Miami como Dallas llegan en un gran momento de forma y con un balance idéntico en lo que va de Playoffs: 12-3. Los de Spoelstra solo se han permitido una derrota por serie y se han desecho de Sixers, Celtics y Bulls por 4-1. Los de Carlisle por su parte tuvieron que emplearse a fondo para derrotar a los Blazers (4-2) y acabaron con mucha más facilidad de la esperada con los Lakers (4-0) y los Oklahoma City Thunder (4-1).
La eliminatoria se prevé larga e igualada, aunque si hay que buscar un favorito ahí debe aparecer el equipo de Florida. En primer lugar porque cuentan con el factor cancha a su favor y ya han demostrado en estos Playoffs que el America Airlines Arena es inexpugnable: no han perdido un solo partido en casa. Además, el particular "Big Three" de Miami no quiere desaprovechar esta gran oportunidad de lograr un anillo para el que eran claros aspirantes desde el inicio de temporada. Pese a que empezaron planteando bastantes dudas y han tenido altibajos a lo largo de la temporada, la maquinaria formada por Wade, LeBron y Bosh parece que está completamente engrasada e imparable.
Sin embargo, no hay que hacer de menos ni olvidarse de los hombres de Cuban, una de las grandes sorpresas de esta campaña. Pese a que todas las apuestas daban casi por hecho que la final del Oeste estaría protagonizada por Spurs y Lakers, los Mavericks han demostrado ser los mejores de la mano de un increíble Dirk Nowitzki. Aunque si en algo se diferencias los de tejanos de su rival es en que su juego no se centra tanto en dos o tres figuras, sino que son un verdadero equipo en el que todos aportan. El alemán no está solo y los Kidd, Terry, Marion, Chandler o Barea tendrán mucho que decir.
En la Regular Season los azules se impusieron en los dos encuentros: 106-95 en casa y 96-98 en su visita al Este. Eso sí, de eso hace ya mucho, los partidos tuvieron lugar el 27 de noviembre y el 20 de diciembre, y los Heat de entonces poco tienen que ver con los de ahora.
Pese a que de la final de 2006 solo quedan dos jugadores por equipo, Wade y Haslem en Miami y Nowitzki y Terry en Dallas, seguro que todos tienen muy presente aquella fecha y habrán aprendido la lección de lo ocurrido. Los Mavericks llegaban como claros favoritos y con el factor cancha a favor y dejaron escapar una ventaja inicial de 2-0. Habrá que ver qué ocurre en esta ocasión.
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