Dicen que lo que mal empieza, mal acaba. Pero parece que Blake Griffin destroza los refranes como los aros rivales. Y es que tras maravillar a todos en su etapa universitaria con los Oklahoma Sooners, era elegido como número uno del Draft de 2009 por Los Ángeles Clippers. Sin embargo, todas las alarmas se encendieron cuando en el mes de octubre sufría una gravísima lesión en su rodilla izquierda que le hacía perderse toda la temporada pasada.
No obstante, Griffin ha logrado acabar con todos los fantasmas que recordaban al caso de Greg Oden y ha demostrado esta campaña estar al cien por cien físicamente, no se ha perdido ni un solo encuentro de la temporada regular, y ser un auténtico dominador en las canchas. Por ello, desde hace ya muchos meses estaba claro que el premio al Rookie del Año tenía su nombre, ya que al no jugar ningún partido la temporada anterior se considera que este es su año de novato. Algo que ya les ocurrió a dos leyendas de la NBA como Larry Bird, con los Celtics en 1978, y David Robison, con los Spurs en 1990, además de Lucas, en 1965 con los Royals.
El jurado no ha tenido la menor duda y "Mr. Mate" se ha llevado todos los votos posibles. Una unanimidad que hacía 21 años que no se daba, desde que el propio Robinson lo lograse con el equipo de San Antonio.
Los números de Griffin asustan: 22.5 puntos, 12.1 rebotes y 3.8 asistencias por partido. Se ha convertido en el primer rookie, tras Elton Brand, en lograr unas medias superiores a los 20 puntos y los 10 rebotes y ha logrado el récord de dobles-dobles en un novato al acabar con dobles figuras en 63 partidos.
Además, fue elegido tanto en el equipo Rookies como en el de la Conferencia Oeste del pasado All-Star de Los Ángeles y ganó el Concurso de Mates dejando imágenes espectaculares volando por encima de un coche para machacar el aro.
El gran perjudicado de la lesión de "The Cyborg" ha sido indirectamente el rookie de los Wizards, John Wall. El base ha realizado una gran temporada en la capital estadounidense y sus 16.4 puntos, 4.6 rebotes y 8.3 asistencias por encuentro le habrían hecho lograr el galardón al mejor novato y suceder a Tyreke Evans, sino llega a ser por el pelirrojo ala-pívot.
Tras Wall ha sido elegido en tercer lugar el pívot de los Kings DeMarcus Cousins, quien ha dejado muestras de que todavía le queda mucho por madurar, y tras él han quedado dos gratas sorpresas como Landry Fields o el exACB Gary Neal.
La única pega que se le puede poner a la temporada de Blake Griffin es no haber logrado meter a los Clippers en los Playoffs, lo que sin duda será su mayor objetivo de cara a la próxima campaña.
De momento que le quiten lo bailado, que Griffin está encantado con su trofeo: "La verdad es que el premio tiene doble valor para mí ya que me tocó pasar un primer año muy frustrante debido a la lesión, pero ahora estoy compensado de todos los sacrificios", asegura el de Oklahoma. ¿Alguien es capaz de ponerle techo?
No obstante, Griffin ha logrado acabar con todos los fantasmas que recordaban al caso de Greg Oden y ha demostrado esta campaña estar al cien por cien físicamente, no se ha perdido ni un solo encuentro de la temporada regular, y ser un auténtico dominador en las canchas. Por ello, desde hace ya muchos meses estaba claro que el premio al Rookie del Año tenía su nombre, ya que al no jugar ningún partido la temporada anterior se considera que este es su año de novato. Algo que ya les ocurrió a dos leyendas de la NBA como Larry Bird, con los Celtics en 1978, y David Robison, con los Spurs en 1990, además de Lucas, en 1965 con los Royals.
El jurado no ha tenido la menor duda y "Mr. Mate" se ha llevado todos los votos posibles. Una unanimidad que hacía 21 años que no se daba, desde que el propio Robinson lo lograse con el equipo de San Antonio.
Los números de Griffin asustan: 22.5 puntos, 12.1 rebotes y 3.8 asistencias por partido. Se ha convertido en el primer rookie, tras Elton Brand, en lograr unas medias superiores a los 20 puntos y los 10 rebotes y ha logrado el récord de dobles-dobles en un novato al acabar con dobles figuras en 63 partidos.
Además, fue elegido tanto en el equipo Rookies como en el de la Conferencia Oeste del pasado All-Star de Los Ángeles y ganó el Concurso de Mates dejando imágenes espectaculares volando por encima de un coche para machacar el aro.
El gran perjudicado de la lesión de "The Cyborg" ha sido indirectamente el rookie de los Wizards, John Wall. El base ha realizado una gran temporada en la capital estadounidense y sus 16.4 puntos, 4.6 rebotes y 8.3 asistencias por encuentro le habrían hecho lograr el galardón al mejor novato y suceder a Tyreke Evans, sino llega a ser por el pelirrojo ala-pívot.
Tras Wall ha sido elegido en tercer lugar el pívot de los Kings DeMarcus Cousins, quien ha dejado muestras de que todavía le queda mucho por madurar, y tras él han quedado dos gratas sorpresas como Landry Fields o el exACB Gary Neal.
La única pega que se le puede poner a la temporada de Blake Griffin es no haber logrado meter a los Clippers en los Playoffs, lo que sin duda será su mayor objetivo de cara a la próxima campaña.
De momento que le quiten lo bailado, que Griffin está encantado con su trofeo: "La verdad es que el premio tiene doble valor para mí ya que me tocó pasar un primer año muy frustrante debido a la lesión, pero ahora estoy compensado de todos los sacrificios", asegura el de Oklahoma. ¿Alguien es capaz de ponerle techo?
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