"Estás más guapo callado". Eso debería repetirse Kobe Bryant antes de perder los nervios y ponerse a insultar a nadie. Y es que el escolta de Los Ángeles Lakers ha sido pillado en unas imágenes en las que llamaba "jodido maricón" a un árbitro de la NBA. Los hechos ocurrieron durante el encuentro que su equipo disputó el pasado martes frente a los San Antonio Spurs. En el tercer cuarto el árbitro le pitaba una falta técnica cuando su equipo iba venciendo por 60-55 y a la estrella angelina no le hizo ninguna gracia la decisión. Tras marcharse al banquillo del Staples Center ostensiblemente enfadado, se sentaba en la silla y tiraba con rabia la toalla. Entonces es cuando no supo mantener cerrada la boca y las cámaras captaron cómo realizaba esas descalificaciones homofóbicas.
La NBA no ha tardado en reaccionar y este miércoles ha anunciado, a través de uno de sus portavoces, que Bryant será sancionado con una multa de 100.000 dólares. Además, varios colectivos defensores de los derechos de la comunidad homosexual han mostrado su rechazo a las palabras del jugador. Así, Human Rights Campaing ha manifestado que el insulto de Kobe, "perpetúa una cultura de discriminación y odio" y considera que debe entender que "el uso de semejante lenguaje ofende a millones de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero en todo el mundo".
Por su parte, el protagonista de los hechos no ha tardado en dar respuesta a través de un comunicado en el que indicaba que lo que dijo "no debe ser interpretado literalmente. Mis acciones fueron por la frustración que sentí en la reacción del momento", destacó Bryant. "Las palabras que expresé para nada guardan relación con mis sentimientos hacia las comunidades de gays y lesbianas".
El comisario de la NBA, David Stern, ha sido tajante al respecto, "Kobe y todo el mundo asociado a la NBA tiene que ser consciente de que los comentarios denigrantes no son aceptables en nuestro juego ni en la sociedad". Tampoco hay que darle más importancia de la que tiene el calentón, aunque el señor Bryant debería contar hasta diez la próxima vez y morderse un poquito la lengua.
Por su parte, el protagonista de los hechos no ha tardado en dar respuesta a través de un comunicado en el que indicaba que lo que dijo "no debe ser interpretado literalmente. Mis acciones fueron por la frustración que sentí en la reacción del momento", destacó Bryant. "Las palabras que expresé para nada guardan relación con mis sentimientos hacia las comunidades de gays y lesbianas".
El comisario de la NBA, David Stern, ha sido tajante al respecto, "Kobe y todo el mundo asociado a la NBA tiene que ser consciente de que los comentarios denigrantes no son aceptables en nuestro juego ni en la sociedad". Tampoco hay que darle más importancia de la que tiene el calentón, aunque el señor Bryant debería contar hasta diez la próxima vez y morderse un poquito la lengua.
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