viernes, 29 de abril de 2011

El Caja Laboral se hace con la primera Euskal Kopa

La primera edición de la Euskal Kopa Euskaltel ya tiene dueño: el Caja Laboral. El conjunto baskonista se impuso cómodamente en la final al Lagún Aro GBC por 90 a 65. El encuentro se disputó en un Buesa Arena que se puso sus mejores galas, gran Ikurriña incluida presidiendo el pabellón, para celebrar la fiesta del baloncesto vasco.
Pese a que finalmente no se llenó, el hecho de que fuese fiesta en Vitoria tuvo mucho que ver, los espectadores pudieron disfrutar de un espectáculo pirotécnico, juegos de luces, coreografías "dantzaris" y buen baloncesto.
El partido estuvo igualado hasta el descanso, al que se llegó con una ventaja de los hombres de Ivanovic de solo tres puntos (36-33). Sin embargo, en la segunda mitad el Baskonia demostró ir a por el partido y no hubo color. El equipo guipuzcoano se vio superado físicamente y en cuanto bajó su nivel defensivo el Caja Laboral comenzó la sangría hasta lograr un parcial de 54-32 en la segunda mitad.
Una de las claves del choque estuvo en el claro dominio local en el rebote, 45 a 18 en total, y en las pérdidas de balón que forzaron en defensa los hombres de Ivanovic y que les permitieron un sinfín de contraataques y canastas fáciles. Al frente estuvo un gran Marcelinho Huertas, a la postre MVP del partido con 11 puntos, 10 asistencias y 26 de valoración, que supo llevar en todo momento el tempo y ritmo del partido. También destacaron Teletovic, San Emeterio y Barac. En el Lagún Aro GBC el mejor fue, sin duda, un acertadísimo Ricardo Uriz.

La final de esta Copa Vasca sirvió para poder ver el debut del recién fichado Vladimir Dragicevic. El montenegrino no estuvo más que 11 minutos en pista, pero sirvieron para disipar dudas sobre el estado de su tobillo y de paso para que aportara 4 puntos sin fallo y capturase 5 rebotes. La nota negativa fueron las 5 faltas personales con las que rápidamente se cargó hasta quedar eliminado.
Eso sí, Dusko no cambia ni en los partidos que son una celebración y no concedió más alegrías. Ni Ander García ni Martín Buesa saltaron a la pista y Dejan Musli, una de las grandes apuestas de futuro, solo tuvo un minuto de juego. Y por si no había dejado claro que para él ese partido era tan serio como cualquier otro, en el primer cuarto recibió una técnica por protestar. Genio y figura.
Quizá no era el mejor momento para disputarse, metida un poco con calzador a final de temporada, pero la Euskal Kopa dejó en líneas generales un buen sabor de boca y más cuando el capitán baskonista Teletovic dejó que fuese Asier García, quien levantase el trofeo.

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